Una de las mejores noticias con las que podíamos empezar el año era la de estar nominado a los Premios Goya de Fotografía, y afortunadamente así ha sido.
Para mí el simple hecho de estar nominado, ya es un premio, sobre todo por la dura competencia y la cantidad de obras presentadas. No puedo negar que de vez en cuando soñaba con que me llamarían o recibiría un correo electrónico con la comunicación; sueño que casi se esfumó cuando empecé a ver el resto de las nominaciones en las otras categorías y veía que yo no estaba entre ellas. Por suerte, ayer (viernes 18 de enero) todo cambió y recibí esa llamada.
La nominación, humildemente, creo que responde al esfuerzo de hacer las cosas bien, de apostar siempre por la calidad y no por la cantidad, pero sobre todo creo que responde al pensamiento que siempre he tenido de que las cosas se pueden hacer de otra manera… de que hay que pensar de otro modo diferente a lo establecido. Por eso creo que el certamen de los Goya significa que en España cada vez estamos más y mejor preparados, y que los profesionales que hay en este país están entre los mejores del mundo, no me cabe duda.
Quiero felicitar desde aquí a todos los participantes, a los nominados y a los que no lo han sido, porque gracias a ellos la calidad de las obras es cada vez mayor.
También quiero dar las gracias a familiares y amigos, porque sin ellos no estaría donde estoy ahora, pero sobre todo quiero dar las gracias a mis clientes, por confiar en mí y dejarme ver a través del objetivo y contar sus historias, y que todo el mundo las vea. Gracias a todos.
Ahora toca soñar con el próximo sábado, cuando tendrá lugar la ceremonia de entrega de los Premios…
Nos vemos en Zaragoza